En fin, seguimos por Huesca y El Somontano. Tenía que alojarme en la zona y como una vez estuve en MONZON y no me gustó ni el Hotel ni la ciudad, decidí probar en Barbastro. La zona nueva de la ciudad es un horror. Tendrán pasta pero no tienen ni idea ni inquietud sobre como tener las cosas bien. Hay un rio que está como canalizado donde podrían haber hecho un paseo con gracia o algo asi. . Algunas zonas del casco viejo están bien pero con casas en medio viejas y medio derruidas. En uno de los puentes del rio hay un molino o fábrica de harina, como de principios de sigloXX o de finales del XIX. Se ha quemado y ahí lo han dejado, abandonado. Si llega a ser en Francia tienen montado un museo o algo parecido....y es que estamos tan cerca y tan lejos a la vez.

HOTEL MI CASA – ( BARBASTRO) – lo reservé a boleo. No está mal. Las habitaciones están limpias y la cena fue correcta. .,.. eso sí amenizada por un hilo musical de Los Sabandeños de no te digo. El desayuno muy flojo y esta vez “amenazado” por unas rancheras mexicanas. En fin, un servicio un poco raro, no se como definirlo, pero correcto y el precio muy bien, 35 € la habitación y 10€ el menú.

A veces hasta en el desierto crecen flores. Me llevaron a uno de esos pueblos feos cerca de Huesca. Y digo feos porque, hasta donde yo vi. se han cargado cualquier vestigio de arquitectura popular. Aquí como en otros muchos sitios, en los 60 se desarrolló esa arquitectura horrible en la que los ricos del pueblo pensaban que para destacar había que hacer una casa de ladrillo alta, bien alta…
Pero como digo, siempre hay sorpresas. El pueblo se llama ALMUDEVAR. Tienen una pastelería para caerte de espaldas. Un tesoro escondido, la verdad. Se llama Pasteleria Tolosana, y tiene un especialidad que se llama Trenza de Almudévar que está de muerte, vamos, de esos pasteles que son muy difíciles de encontrar hoy en día. Parece que tienen sucursales en Zaragoza y Huesca. En fin si llevas un mal día y te pilla cerca, entra y tómate un dulce de estos.